RESUMEN:
La alimentación nutritiva es un hábito que se debe promover desde etapas oportunas, en donde los padres son los mediadores para que se realice de la manera más asertiva posible. Todas las personas tienen preferencias diversas sobre la comida debido a las texturas, olores, formas, en fin, múltiples razones que se mantienen por reforzamiento automático cada vez que existe la necesidad de comer y nutrirse. En muchos casos se presenta la selectividad alimentaria en niños con trastornos del desarrollo por lo que es muy importante diseñar planes de acuerdo con las necesidades y habilidades pre-requisitas del niño, como, por ejemplo: postura adecuada al sentarse, motricidad fina y gruesa, seguimiento de instrucciones e imitación motora. En los casos donde no se brinda la intervención individualizada, puede traer consecuencias peligrosas para la salud en la vida de los niños, como: pérdida severa de peso, malnutrición, retraso en el crecimiento, etc. En el presente artículo, se abordará los procesos de intervención a través del moldeamiento y principios de aprendizaje desde el enfoque del análisis aplicado de la conducta en un caso práctico de la fundación Waybi en Guatemala, con el objetivo de promover intervenciones efectivas y personalizadas partiendo de la motivación y promoviendo la alimentación saludable desde la primera infancia.
PALABRAS CLAVE: Moldeamiento, principios de aprendizaje, picky eating, alimentación saludable, conducta e intervención.
ALIMENTACIÓN COMPLEMENTARIA Y DESAFÍOS:
Según Ventoso, (2000) cada niño se presenta manifestaciones varias en la alimentación, algunas requieren de programas individualizados debido a alteraciones sensoriales presentes como: hipersensibilidad e hiposensibilidad en los sistemas sensoriales, presentando como consecuencia conductas disruptivas entre ellas vómitos, llantos, escupir, nauseas. Sin embargo, no todos los problemas de alimentación provienen de la misma causa, en otras situaciones la inflexibilidad y preferencia por color, forma y textura genera dificultades para probar alimentos nuevos y en otros momentos es importante las visitas y controles médicos que descarten alteraciones metabólicas que alteren el apetito de los niños.
PICKY EATING
Bandini (2010) define el término de “Picky eating” como un desafío que enfrentan padres y niños en la primera infancia, debido a la selectividad en la comida pueden rehusarse a la presentación de alimentos nuevos más no es considerado como un trastorno de alimentación.
La alimentación es indispensable para cada ser humano y brinda componentes indispensables para el aprendizaje que promueven la atención, memoria e independencia en la vida de todos. Se cree que los problemas de alimentación en niños son pasajeros, debido a la falta de intervención adecuada se agudizan con el paso del tiempo, lo cual hace necesarios programas personalizados por especialistas para su tratamiento (Piazza y Roane, 2009).
D.R es un niño de 3 años que asiste a Fundación Waybi desde hace 1 año 4 meses, sus padres refieren que nunca ha comido frutas y verduras, cada vez que presentan comida, él llora, grita y tira la comida. Durante las últimas sesiones terapia se recabó información de su historial de alimentos y se inició a trabajar con nuevos alimentos partiendo de sus intereses. ¿Cuál fue el procedimiento?
Fue necesario diseñar un plan integral con padres de familia y terapeutas, tomando como base sus intereses y alimentos favoritos. A continuación, se mencionan las bases y procedimiento realizado para el programa exitoso de alimentación.
INTERVENCIÓN CON LA FAMILIA Y NIÑO:
La intervención inicia con conocer las expectativas y compromiso de los padres de familia a través de una sesión y cuestionario llenado por ellos, destacando los alimentos actuales que consume sin dificultad a la fecha y creando la lista de alimentos preferidos los cuales se utilizarán como reforzador durante las sesiones de intervención. Dentro de las preguntas a realizar son: ¿Cuándo empezó su hijo a presentar estás conductas en la comida? ¿Su hijo inicio con estas conductas luego de una enfermedad o tratamiento médico? Describe cómo es la presentación de la comida de tu hijo. (Color, forma, porciones, recipientes, cubiertos), ¿Cuáles son los comportamientos que presenta su hijo cuando no quiere comer? ¿Cuántos y cuáles alimentos diferentes come su hijo? (Forma, color, olor, textura).
Luego sistematizar y organizar toda la información es importante crear fases de intervención que requieren proceso de moldeamiento, definido como reforzar de manera sistemática y diferencialmente aproximaciones sucesivas (habilidades pre-requisitas) a una conducta final, en este caso masticar y tragar nuevos alimentos, es común dentro del análisis aplicado de la conducta, utilizarlo ya que apoya a las personas a adquirir nuevas conductas.
Como parte del procedimiento, se realiza en la fase 1 la selección de un alimento nuevo y realiza la línea base con la prueba de nuevos alimentos, la terapeuta debe registrar que hace el niño con el alimento, si lo ve, lo toca, ¿qué contacto y respuesta le genera la comida? y con base a los resultados, diseñar un registro de 20 ensayos para llevar el control de cada aproximación objetivo, antes de iniciar a incluir nuevos alimentos, se deben completar dos sesiones con el 90% de ensayos positivos. En la fase 2 se realiza una prueba para introducir el alimento, colocando el alimento objetivo en el lado izquierdo del plato y el alimento u objeto preferido del lado derecho, en este momento es indispensable reforzar todas las aproximaciones que el niño realice con el objeto sin presentar problema de conducta. No es necesario que a partir de la primera sesión el niño meta el alimento dentro de su boca, lo mastique y lo trague. Es un proceso progresivo, dependiendo de la respuesta se determina el objetivo para continuar con la intervención.
En el caso de DR en la fase 1 veía la manzana en trozos pequeños y lloraba sin tocar o acercársele la manzana, por lo que poco a poco se fue colocando la manzana frente a él y se decían elogios cada vez que estaba en silencio y entregaban objetos de su interés cada vez que se colocaba la manzana más cerca de él. De esta manera, llegó a olerla, tocarla con los labios, luego con la lengua, ponerla en su boca, masticarla y por último tragarla.
Durante cada refacción en las sesiones de terapia, se narraba una descripción de los animales de la granja de comían manzana y se mostraban vídeos de caballos comiendo manzana, trabajando sobre las operaciones motivadoras que necesitaban para aumentar la curiosidad por probarla. Luego, se colocaba un trozo de manzana muy pequeño y un alimento de alto interés, cada vez que colocaba el alimento en su boca se le entregaba el otro y se brindaban elogios, como por ejemplo: ¡Qué bien lo haces!, ¡Eres un niño muy fuerte!, durante cada sesión se fueron ajustando los criterios, para promover la independencia y hacer el momento de la comida divertida, la presentación diferente y novedosa.
Los datos obtenidos a lo largo del procedimiento indicaron las siguientes decisiones que se tomaron. Por ejemplo, al cumplir el 90% de la manzana luego de 4 meses de intervención, se inició a presentar en casa durante los horarios fuera de terapia, a lo que se le llama “generalización” lo cual consiste en realizar la misma conducta aprendida en diferentes contextos y en presencia de otras personas, introducir pera, banano, zanahoria, sandía, leche y piña.
Tal y como se presenta en el gráfico, se evidencia que el primer alimento nuevo fue la manzana. En cuanto a duración, llevo más tiempo en aceptarla y hacerla parte de su menú, ya que en el historial de aprendizaje preexistía resistencia y rechazo por frutas. Sin embargo, la consistencia y contingencias de la intervención generalizó la respuesta y motivación para probar y agregar alimentos nuevos a su alimentación.
Los resultados presentados, reflejan de manera cuantitativa, que el procedimiento realizado para la implementación de nuevos alimentos genera éxito y altas probabilidades que cada alimento presentado sea aceptado y tolerado, ampliando así un repertorio nutritivo que prevalece durante el tiempo ya que día a día hay más variedad para presentar en las refacciones dentro y fuera de la fundación.
Todo programa debe ser creado, de forma personalizada, es poco probable que la misma intervención genere los resultados presentados en otros niños, además los padres deben conocer y aplicar el procedimiento desde el momento que en terapia se tenga controlado y con resultados exitosos basado en los registros, el comunicar y registrar las conductas que presentó D.R fue clave para replicarlo en casa. La edad de intervención influye en el historial de aprendizaje de cualquier niño, es por ello la importancia de iniciar en edades oportunas (6 meses a 3 años) para facilitar el proceso a cada niño y sus familias.
Una vez más, Fundación Waybi cumple la misión de mejorar la calidad de vida y hacer realidad los sueños de los niños y sus familias. ¿Y tú, te atreves a conocer más de programas de alimentación?
Este artículo fue descrito con mucho cariño para cada una de las familias que cree en mi trabajo y profesionales que trabajan con el corazón para vencer cualquier reto o barrera que enfrentan sus chicos y dedicado a D.R que ha sido un gran reforzador y privilegio en mi carrera profesional. Felicidades eres un niño campeón. (Torres, 2023)
Fuentes de referencia:
Cooper, H. y. (2017). Análisis Aplicado de Conducta. Madrid, España: ABA España.
Ventoso, M. (2000). Los problemas de alimentación en niños pequeños con Autismo. APNA Ediciones.
Weber, G. y. (2016). Using a reinforcement based treatment package to increase food acceptance.
Torres, A. (2021). Alimentación saludable y aprendizaje. Fundación Waybi.