Uno de los objetivos de la enseñanza es enseñar a los alumnos a ser sus propios maestros. Por ende, es muy importante motivar el aprendizaje que estamos brindando y hacerlo de forma divertida para que se mantenga por condiciones naturales. Durante ese proceso, los reforzadores cambian con los escenarios y los eventos disposicionales vigente. Por lo tanto, es importante hablar de los reforzadores protéticos y naturales.
Los reforzadores protéticos son muy importantes cuando estamos aprendiendo algo totalmente nuevo, y de forma progresiva estos nos ayudan a que el aprendizaje después se dé con un reforzador natural. El uso de reforzadores protéticos se establecen en forma de fichas, juguetes o incluso comestibles, pueden ser utilizados en momentos que haya una motivación para realizar la instrucción que le brindamos que esto se puede dar en el colegio.
Al inicio se puede utilizar reforzadores protéticos, como bien lo hemos mencionado, e ir disminuyendo conforme las habilidades se van fortaleciendo. Es nuestro deber como maestros ir reduciendo cada vez más la cantidad de reforzadores protéticos hasta que la respuesta llegue a estar bajo el control de reforzador natural o social.
Pero ¿qué es un reforzador natural? Un reforzador natural es cualquier estímulo tangible o social que es normalmente utilizado en el medio del niño para motivar su aprendizaje. En este caso, si nos encontramos dentro de un contexto escolar, los reforzadores naturales podrían ser elogios como “excelente”, stickers de estrellitas o actividades como jugar a la escondidas y salir al patio. De igual manera, la asociación constante de actividades académicas con objetos o situaciones del interés del niño hace que al final la misma actividad se convierta en algo agradable.
El aprendizaje de cada niño debe ser de forma divertida, significativa, donde se vea reflejado al momento de encontrarnos en un salón de clases.
Referencias