Nuestra historia

Hace más de 20 años, en 2004, nació un sueño en un rincón de Tecpán, Chimaltenango. Una familia, guiada por su amor por la vida rural y su vocación por ayudar, decidió adquirir un terreno donde su pasión por los animales y su deseo de transformar vidas pudieran florecer.

La idea comenzó con un criadero de perros, pero pronto tomó un giro más profundo: ¿y si esos perros pudieran hacer más? ¿Y si pudieran acompañar y mejorar la calidad de vida de niños con enfermedades terminales? Al mismo tiempo, soñaban con construir un espacio acogedor, un café donde las personas pudieran detenerse y disfrutar de los sabores de la región. Así, los primeros cimientos del proyecto comenzaron a trazarse.

Con el tiempo, estas ideas se transformaron en realidades. El sueño de acompañar a niños con enfermedades terminales dio vida a Casa de Sueños, y se llevaron a cabo las primeras jornadas de labio leporino, con la valiosa ayuda de colaboradores internacionales. Paralelamente, se construía una granja y un café que, con el tiempo, evolucionaría hasta convertirse en el restaurante WAYBI, inaugurado en diciembre de 2010, un espacio cálido que reflejaba el alma del proyecto.

Por otra parte, el amor por los perros se consolidó con la llegada de Eco, un labrador desde Chile que marcó el inicio de un criadero especial. Gracias a la conexión con Bocalán Confiar y su directora Cecilia Marré, descubrimos el impacto de las intervenciones asistidas con animales. Esto llevó al Dr. Morán a España, donde se formó como Técnico y Experto en Intervenciones Asistidas con Animales. En septiembre de 2011, recibió la representación de Bocalán en Guatemala, marcando el inicio de un nuevo capítulo.

En 2012, se dio un paso trascendental: nació formalmente Fundación WAYBI, una entidad sin fines de lucro comprometida con la comunidad, la formación y la terapia asistida con animales. Ese mismo año, se lanzó la primera promoción de técnicos en Terapia Asistida con Animales con el aval de la Universidad Rafael Landívar y se desarrollaron programas piloto que derivaron en programas de terapia asistida con animales en diferentes instituciones, charlas y actividades en la granja WAYBI, entrenamiento de perros de asistencia, cursos formativos en entrenamiento animal y jornadas de labio leporino entre otras. Además, seguía la construcción de la Casa de Sueños, un espacio creado con el objetivo de brindar esperanza y apoyo a muchas familias.

Con los años, la fundación evolucionó, siempre escuchando las necesidades de la comunidad. En 2015, decidimos enfocar nuestro trabajo terapéutico en niños con trastornos del espectro autista y otros trastornos del desarrollo, dando origen a ATRÉVETE, un proyecto que hoy atiende con amor y dedicación a 40 familias.

El trabajo con los perros, se transformó de la terapia asistida con animales y los perros de asistencia, a BIDA, un proyecto en el que se está trabajando en una solución innovadora y accesible que utiliza el extraordinario olfato de Giselle, Arroz y K’at, para detectar enfermedades en etapas tempranas.

Lamentablemente, la situación de pandemia mundial que vivimos en 2020, nos obligó a desprendernos de una parte que era muy importante para nosotros. El restaurante, la granja y la casa de sueños en Tecpán y centrar nuestros esfuerzos en las instalaciones y proyectos que desde hace años también desarrollamos en la ciudad capital.

Nuestra historia es una prueba de que los sueños pueden hacerse realidad cuando se combinan el amor, la perseverancia y la solidaridad. Cada proyecto, cada niño atendido y cada familia acompañada nos recuerda por qué seguimos aquí: para transformar vidas, porque en la fundación siempre hemos creído que SE VALE SOÑAR.